La posibilidad de realizar test en una página web para aumentar su rentabilidad, no es terreno exclusivo de las grandes marcas.
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¿Por qué realizar tests en tu web?
Realizar test en una web nos permite comparar el rendimiento de diferentes versiones de una página o elemento al mismo tiempo.
El objetivo de los tests es aumentar la rentabilidad del negocio online mediante la experimentación. A esta disciplina se le conoce como CRO, y quizás te interese visitar nuestra Guía CRO así como nuestro servicio de CRO.
Es importante destacar que no solo buscamos mejorar el porcentaje de conversión del negocio digital, sino que además buscamos entender el porqué de esta mejora.
Detrás de cada test y experimento hay una hipótesis y metodología que lo sostiene.
Los resultados de cada experimento nos aportan información valiosa y aplicable. A esta lección aprendida se le conoce como aprendizaje validado. Y es que si entendemos la razón de esa mejora, podremos replicarla.
Tipos de Test
Los tests son unas de las principales herramientas para mejorar la conversión de un sitio web. Estos comparan la versión actual con otras variaciones para descubrir cuál de ellas es la que mejor convierte.
En el caso de que una variación funcione estadísticamente mejor que la versión original, esa variación pasará a ser el nuevo diseño y sustituirá al diseño obsoleto.
De alguna manera este proceso recuerda a la selección natural de Darwin. Así en los test de CRO «solo las versiones que más convierten sobreviven«.
Test A/B
En el a/b testing solo varía un único elemento
Los test A/B o A/B testing son casi con total seguridad las herramientas más conocidas dentro de la metodología CRO.
Sirven para comparar distintas versiones de una página en la que solo varía un único elemento y ver si la nueva versión funciona mejor que la anterior.
Para realizar un test A/B debemos seleccionar una página. En este caso vamos a poner como ejemplo una ficha de producto, pero podríamos escoger cualquier otra.
De toda la página seleccionaremos un único elemento a testear, en este caso el color del botón. Cualquier experto CRO pondrá el grito en el cielo por utilizar este ejemplo, pero al ser un ejemplo tan visual será el que usemos. Lógicamente el CRO es mucho más que cambiar colores.
La versión original será la A y de ella partirán las demás versiones. La versión A del ejemplo tiene el botón de color azul.
Mientras que la versión B será exactamente igual a la versión A salvo por el color del botón, en este caso rojo.
Una vez tenemos preparadas todas las versiones a testear, es el momento de poner en marcha el test a/b. La herramienta para realizar test dirigirá proporcionalmente las visitas a una versión u otra del experimento. Por esa razón a más versiones, más visitas serán necesarias y por tanto más tiempo de análisis será necesario.
Cuando la herramienta muestre datos estadísticamente relevantes descubriremos cual de todas las versiones testeadas es la que mejor funciona, y deberemos parar el test.
En el caso de que la versión B funcione mejor que la versión original, se implementarán los cambios en la web. Mientras que si la versión A resulta ganadora, se mantendrá el diseño tal y como está, por el momento.
Aunque el test A/B da pie a pensar que se testean únicamente dos versiones, lo cierto es que pueden ser más. Pueden testearse simultáneamente 4 o 5 versiones de manera que se convierta en un test A/B/C/D…
Test Multivariante
En el test MVT varía más de un elemento
Visto el test A/B el test multivariante o MVT resulta sencillo. Frente al a/b que solo experimenta con un elemento o variable. En el multivariante se experimenta con varios elementos a la vez y sus variaciones. Esto tiene sus ventajas, pero también inconvenientes.
La ventaja más clara es que permite experimentar al mismo tiempo con diferentes elementos. Se puede testear el color del botón y la galería de imágenes, o incluso el texto. Las opciones son casi infinitas.
Por esa razón, los multivariantes permiten testear más rápido, siempre y cuando tengas el suficiente tráfico web. Sino es así, el test deberá alargarse el tiempo necesario hasta conseguir validez estadística.
Como inconveniente encontramos que con cada nuevo elemento y sus variaciones, el número de versiones se dispara. Por esa razón debemos ser cautos para no acabar con un número elevado de posibles combinaciones de elementos.
A la hora de hacer un MVT debemos cuidarnos de no complicarlo en exceso, por mucho tráfico que tenga nuestra web.
Además de necesitar un volumen de tráfico más importante que los Test A/B, la complejidad del test aumenta porque trabajamos con varios elementos y sus variaciones.
Split Test
El test por redirección es un test multivariante a lo grande
El Split test es un test multivariante llevado al extremo. Es un rediseño completo de la página. Cambian los textos, imágenes, llamadas a la acción y cualquier otro elemento que pueda mostrarse en la web.
¿Porqué realizar un test por redirección? En ocasiones la versión original está dando tan malos resultados, que resultará más rápido y efectivo realizar un cambio en profundidad que pequeños cambios.
Los Test A/B funcionan claro, pero en ocasiones tiene sentido testear diseños radicalmente opuestos.
En ocasiones tras un split testing en el que una de las variaciones ha demostrado mejores resultados que el original, el siguiente paso es realizar test A/B o MVT.
Y es que a veces merece la pena hacer cambios drásticos.
¿Cuál es el mejor test para cada situación?
No hay un test infalible, y más allá del clásico depende, hay que ver la casuística de cada web.
Si tu web tiene poco tráfico y tiene un diseño y resultados aceptables, quizás un test A/B sea una buena elección.
Si por el contrario tu web cuenta con un tráfico elevado, un test multivariante te permitirá testear antes más elementos y sacar antes conclusiones validas. Procura no testear demasiados elementos a la vez.
Por último, el split test será efectivo cuando veas necesario un cambio drástico en tu web, tenga mucho o poco tráfico.